Friday, August 01, 2008

Otro frente de combate: corsarios y piratas

Indudablemente, la cantidad de minerales (en su mayoría oro y plata) extraídos desde las nuevas colonias despertó la codicia de los demás países europeos. Celosos de las riquezas que estaba disfrutando la corona española, algunas de las potencias rivales iniciaron violentos asaltos a los navíos que transportaban el preciado botín. Cualquier estrategia era válida para ser partícipe de esta nueva fortuna encontrada en el nuevo continente.

Por ello, desde mediados del siglo XVI y hasta el siglo XVIII, las costas de América estuvieron constantemente devastadas por corsarios y piratas. Motivados por intereses personales o bajo las órdenes de los gobiernos de sus respectivos países, todos ellos tenían por objetivo saquear los suculentos cargamentos y romper con el estricto monopolio español.

Debido a que gran parte de las embarcaciones alcanzaban el océano Pacífico a través del estrecho de Magallanes y a los considerables embarques de oro y plata, nuestro país no se libró de la presencia de estos personajes. Uno de los primeros registros que dan cuenta de estos hechos data de fi nes de 1578, cuando el inglés Francis Drake atacó el puerto de Valparaíso, llevándose un importante cargamento de oro y provisiones que tenían como destino fi nal el Perú. De ahí en adelante, corsarios y piratas asolarían de manera intermitente las costas chilenas. Tanto ingleses como holandeses, entre los que destacaron Woodes Rogers, Lord Jorge Anson, Enrique Brouwer y Elías Herckemans, no solo arrasaron con las mercancías, sino que también sembraron el temor en varias ciudades costeras del país, saqueándolas e, incluso, incendiándolas. Esto motivaría la construcción de diversos fuertes, como los de Niebla y Corral (en las cercanías de Valdivia), desde los que se defendían los asentamientos españoles.

El Corsario Francis Drake fue nombrado caballero

Un 4 de abril de 1581 la Reina Isabel I de Inglaterra le confirió el título de "Sir" al Corsario que asoló las costas chilenas por ser el primer británico en dar la vuelta al mundo a través del Cabo Buena Esperanza y regresar con el buque con una muy rica carga de oro, plata, perlas y piedras preciosas.



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Sir Francis Drake hacia 1581

Sir Francis Drake hacia 1581.


La Reina Isabel I de Inglaterra le confirió el título de "Sir", Caballero, al Corsario que asoló las costas chilenas, Francis Drake el 4 de abril de 1581, por ser el primer británico en dar la vuelta al mundo a través del Cabo Buena Esperanza y regresar con el buque "Golden Hind", Cierva Dorada, con una muy rica carga de oro, plata, perlas y piedras preciosas.

Drake recibió una bienvenida de héroe. Hombres y mujeres acudieron en gran número para presenciar la llegada de la nave al puerto de Plymouth; incluso la reina Isabel I, subió al "Golden Hind", se sentó a la mesa con Drake y sus piratas y acabó por hacerlo noble. Pocos días después, se comenzaron a componer canciones, sonetos, odas y poemas en honor de la histórica travesía.

Los asaltos de Drake en las costas chilenas, se podrían definir como consecuencia del odio que sentía hacia España por las injusticias, a su entender, cometidas por los soldados de Felipe II en las contiendas con los ingleses. A ello se sumaban las prolongadas guerras religiosas que tuvieron lugar en Europa en el siglo XVI, en las que la España, de Carlos V y Felipe II, llevaba el liderazgo de la defensa del catolicismo contra los protestantes.

Un barco corsario era aquel que navegaba a las órdenes de un rey y realizaba "actos de guerra" contra los intereses de un país enemigo. Se debe tener presente que el contrabando y la piratería produjeron enormes beneficios a Inglaterra, de los que participaba la Reina.

La travesía hacia el Océano Pacífico, se inició el 13 de diciembre de 1577, día en que Francis Drake zarpó de Plymouth, comandando a la "Golden Hind" y cuatro embarcaciones más, provistas de víveres, armas y hombres. Sin embargo, no causó alarma en España, pues la Corona pensó que se dirigía rumbo a Alejandría.

Su viaje por el Atlántico demoró nueve meses, en los que se dedicó a asaltar naves españolas y portuguesas. Finalmente, el 20 de agosto de 1578 la expedición, con sólo tres naves, entró al Estrecho de Magallanes, llegando al Pacífico el 6 de septiembre de ese año. Pero Drake debió enfrentar una prolongada tempestad que le hizo perder otra nave. La única embarcación que quedaba regresó a Inglaterra, por lo que el Corsario continuó sólo a bordo de la "Golden Hind".

A fines de noviembre llegó a la Isla Mocha, en la costa de Arauco, donde se enfrentó con los indígenas que la habitaban; recibió un golpe en la cabeza y un flechazo en la mejilla debajo del ojo derecho. Se supone que la resistencia de los nativos fue organizada por unos españoles que vivían allí.

Luego, Drake continuó su viaje arribando a Valparaíso el 5 de diciembre, donde encontró la nave de Hernando Lamero. Este comerciante tenía en su barco una partida de casi 25 mil pesos de oro en polvo que había traído desde Valdivia, y en esos momentos se encontraba cargando unas garrafas de vino para llevar al Perú.

La sorpresa fue total y no hubo resistencia al asalto de los ingleses. Lamero se tiró al agua y huyó, informando sobre lo que acontecía a la escasa población del lugar, la que también decidió escapar. Con el campo libre, los ingleses se dieron a la tarea de desvalijar el poblado, abundante en carne salada, tocino, harina y otros productos que eran enviados al Perú.

Incluso, robaron los vasos sagrados de la capilla del puerto. El 8 de diciembre, Drake partió de Valparaíso, llevándose la nave de Lamero. Con relación a este hecho existe en Playa Ancha de Valparaíso, la leyenda: "La Cueva del Pirata".

".....Hay en los acantilados de Playa Ancha una cueva profunda que sólo es visible desde el mar. En ella, desde hace siglos, yacen los restos de un hombre y un tesoro".

"Cuando el pirata Francis Drake asaltó Valparaíso, saqueando e incendiando, obtuvo un botín demasiado cuantioso para ser transportado por su navío".

"En ese botín se hallaban, junto a las joyas de las damas porteñas y dos bolsas de oro destinadas al virrey, los vasos sagrados de la iglesia de La Matriz, donde los piratas escupieron, y hasta los adornos de las casas y bodegas de la ciudad, abandonadas por sus habitantes, ante la llegada de un enemigo sanguinario y fuerte".

"Con cuidadoso sigilo, recorrieron los piratas cada rincón de la costa, buscando donde ocultar sus riquezas. Al cabo descubrieron una cueva de acceso dificultoso en que no solamente escondieron su tesoro sino también encadenaron a alguien".

"Si ese alguien era un condenado a muerte o un centinela que debía esperar sin huir el regreso de sus compañeros, es cosa ignorada. Se sabe, sí, que nunca volvió nadie".

"Hoy, estando la marea baja, si se mira desde el mar, podrán verse cien mil fisuras, cuevas y oquedades. En una de ellas ¿cuál exactamente?, esperan el oro y los huesos".

"El buscador o el incauto que penetre en su interior deberá enfrentarse a las aguas, que pueden subir repentinamente, ahogándolo, y a una trampa montada para acabar intrusos. Y finalmente a la oscuridad en que, sabemos, no estará solo...".

La próxima parada de Drake fue la bahía de La Herradura, donde se enteró de la proximidad de La Serena, ciudad que decidió asaltar. Bajó a tierra a doce hombres, los que debieron retroceder ante las fuerzas que en esa ciudad se habían organizado al recibir noticias de su presencia en las costas de Chile.

Sin embargo, los ingleses no quisieron entrar en combate y siguieron hacia el norte. Llegaron a Perú y luego hasta California, en América del Norte. El Corsario tomó posesión de este territorio a nombre de la Corona inglesa, aún cuando pertenecía a España.

Posterior a su nombramiento de "Sir", en 1585, Francis Drake se apoderó de Santo Domingo y asoló la región de La Florida. En Europa, tomó parte en la destrucción de la invencible Armada española en 1587, marcando el comienzo del poderío naval inglés.

Luego, en 1594, la reina Isabel I, lo nombró Almirante. En 1595, partió en su última expedición a América, intentó inútilmente tomar La Palma y después Puerto Rico, pero Drake se enfermó durante la campaña, muriendo el 7 de febrero de 1596, a los 56 años de edad, a la altura de Porto Bello, de regreso a Europa.

Los restos del "Emperador del Mar", fueron colocados en una caja de plomo, la que se llevó a cubierta. Allí el capitán Sand, leyó con voz ronca varios salmos de difuntos. Posteriormente, la caja fue envuelta en la bandera de Inglaterra arrojada al mar.

Francis Drake es un producto histórico de su época, inmerso en un contexto de luchas de poder entre naciones que ambicionaban apoderarse de los metales preciosos que se sacaban de América.

Corsario inglés en América

Francis Drake

Drake se propuso llegar al Pacífico cruzando por el Estrecho de Magallanes, objetivo que logró luego de una larga travesía, en su paso por las costas de Chile asalto el puerto de Valparaíso, intentó hacer lo mismo en La Serena, finalmente siguió hacia el Peú y California, cruzó el océano Pacífico rumbo a Las Molucas y continuó por el océano Índico hasta llegar al Atlántico, completando la vuelta al mundo. Fue el segundo navegante en la historia que realizaba tal hazaña.



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Francis Drake

LÁMINAS

Armas utilizadas por los piratas

Zoom Armas utilizadas por los piratas de la época de Francis Drake


Nacido en 1540, Francis Drake fue hijo de un vicario puritano, lo que le significó, al principio de su vida, continuos problemas y el rechazo en una Inglaterra en la que la religión anglicana era la oficial del reino.

Drake era un aventurero nato, que se ocupó tempranamente de recorer los mares de Las Antillas causando graves dificultades a la población española. El odio que sentía hacia España se debía a las injusticias cometidas por los soldados de Felipe II en las contiendas con los ingleses. A ello se sumaban las prolongadas guerras religiosas que tuvieron lugar en Europa en el siglo XVI, en las que la España de Carlos V y Felipe II llevaba el liderazgo de la defensa del catolicismo contra los protestantes.

La fama de Drake y sus aventuras se extendió por todo el mundo. El escritor español Lope de Vega ayudaría a aumentarla con su poema La Dragontea, donde el navegante es descrito casi como una encarnación del demonio.

Objetivo: navegar por el Pacífico

Drake realizó dos expediciones al Istmo del Darién. Se cuenta que en la primera de ellas, habiendo trepado a un árbol pudo divisar el Océano Pacífico. Entonces habría pedido a Dios que le diera vida para poder navegar por esos mares en un buque inglés.

Luego, se propuso llegar al Pacífico cruzando por el Estrecho de Magallanes, paso que pocos navegantes se atrevían a usar por esos días. Aunque España estaba en paz con Inglaterra, Drake tuvo que conseguir el consentimiento de la Reina Isabel I para realizar su empresa, pero la Corona renunció a toda responsabilidad, no otorgándole título alguno ni haciéndole concesiones de ninguna especie. La expedición era del todo ilícita en tiempos de paz, por lo que sería acusada de piratería por los españoles. No obstante ello, con sus iniciativas Drake y otros navegantes, como Sir Walter Raleigh, pusieron las bases del dominio inglés de los mares.

Aventuras en los mares del Sur de Chile

Para navegar por el Océano Pacífico, Francis Drake contó con 5 embarcaciones provistas de víveres, armas y hombres; zarpó de Plymouth el 13 de diciembre de 1577, sin causar alarma en España, donde se pensaba que se dirigía rumbo a Alejandría. Iba comandando a la Golden Hind.

Su viaje por el Atlántico demoró 9 meses, en los que se dedicó a asaltar naves españolas y portuguesas. El 20 de agosto de 1578 la expedición, ahora con sólo 3 naves, entró al Estrecho de Magallanes, llegando al Pacífico el 6 de septiembre.

En la boca oeste del paso, el navegante inglés debió enfrentar una prolongada tempestad que le hizo perder otra nave. La otra embarcación que quedaba regresó a Inglaterra, por lo que Drake continuó solo a bordo del Golden Hind.

A fines de noviembre llegó a la Isla Mocha, en la costa de Arauco, donde se enfrentó con los indígenas que la habitaban; recibió un golpe en la cabeza y un flechazo en la mejilla debajo del ojo derecho. Se supone que la resistencia de los indígenas fue organizada por unos españoles que vivían allí.

Asalto a Valparaíso

Francis Drake llegó a Valparaíso el 5 de diciembre, encontrando allí la nave de Hernando Lamero. Este comerciante tenía en su barco una partida de casi 25.000 pesos de oro en polvo que había traído desde Valdivia, y en esos momentos se encontraba cargando unas botijas de vino que llevaría al Perú. La sorpresa fue total y no hubo resistencia al asalto de los ingleses. Lamero se tiró al agua y huyó, informando sobre lo que acontecía a la escasa población del lugar, la que también decidió escapar.

Habiendo quedado el campo libre, los ingleses se dieron a la tarea de desvalijar el poblado, abundante en carne salada, tocino, harina y otros productos que eran enviados al Perú. Incluso, robaron los vasos sagrados de la capilla del poblado. El 8 de diciembre, Drake partió de Valparaíso, llevándose la nave de Lamero.

Resistencia en La Serena

La próxima parada de Drake fue la bahía de La Herradura, donde se enteró de la proximidad de La Serena, ciudad que decidió asaltar. Bajó a tierra a doce hombres, los que debieron retroceder ante las fuerzas que en esa ciudad se habían organizado al recibir noticias de su presencia en las costas de Chile. Los ingleses no quisieron entrar en combate y siguieron hacia el norte.

La incursión de Drake fue conocida tardíamente por el Gobernador Rodrigo de Quiroga y la población en general, por lo que las medidas para ir en defensa de las costas y evitar el desembarco inglés, fueron inútiles. Para entonces, Drake ya había decidido continuar su navegación, la que lo llevó al Perú y luego hasta California, en América del Norte. El corsario tomó posesión de este territorio a nombre de la Corona inglesa, aún cuando pertenecía a España.

Cruzó el Océano Pacífico rumbo a Las Molucas, donde consiguió establecer un trato con los indígenas que le aseguraba la exclusividad del comercio inglés con esas islas. Luego, continuó por el Océano Índico para llegar al Atlántico, completando la vuelta al mundo. Era el segundo navegante en la historia que realizaba tal hazaña.

En 1585, Francis Drake se apoderó de Santo Domingo y asoló la región de La Florida. En Europa, tomó parte en la destrucción de la invencible Armada española en 1587. En 1594, Isabel I lo nombró almirante. Quiso volver a América, pero murió a la altura de Porto Bello en 1596.

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